El ojo se reseca provocando ardor, sensación de cuerpo extraño, fotofobia y enrojecimiento, ya sea por falta en la producción de las lágrimas, como por un aumento en la pérdida de ellas ya sea por evaporación o por un mal efecto de barrido por alteraciones de los párpados.
Entre las causas de disminución o de alteración de la composición de las lágrimas tenemos a las alteraciones hormonales de la menopausia y el hipotiroidismo, a alteraciones de la glándula lagrimal como las vistas en enfermedades infecciosas, virales y autoinmunes como la artrítis o el lupus, en el síndrome de Steven Johnsons debido a hipersensibilidad a las sulfas
En casos de uso crónico de antihistamínicos, a las alteraciones de la superficie ocular como pterigios, la úlcera de Dellen y las cicatrices betaterapia o en las blefarítis. En muchos casos la causa es desconocida.
Pueden aparecer síntomas de ojo seco por la alteración de una o de varias de las tres capas que componen la lágrima: Mucosa, acuosa y oleosa.
Actualmente se vén muchos casos de pacientes jóvenes con síntomas de ojo seco debido al sobre uso de computador debido a la disminución de la frecuencia del parpadeo por la concentración y por la cercanía a ventiladores y aires fríos.
El tratamiento consiste en modificar los factores ambientales que puedan condicionarlo, corregir las causas que sean corregibles, lubricar con lágrimas artificiales viscosas sin preservantes dar suplencia de vitamina A y de Omega 3. En casos severos, ciclosporina y taponamiento de los puntos lagrimales con silicona.
